Alimentación en pacientes con fibromialgia.

¿Qué es la fibromialgia y cómo se produce?

La fibromialgia es una enfermedad caracterizada por dolor crónico, fatiga, alteraciones del sueño y problemas psicológicos. Aunque tiene un fuerte componente genético, son los factores ambientales los que favorecen la aparición de la enfermedad: estrés, menopausia, algunas infecciones, etc.

En la actualidad, se desconoce la causa y los mecanismos que actúan en la aparición de la fibromialgia. No obstante, se sabe que los pacientes que tienen familiares con la patología tienen mayor probabilidad de padecer la enfermedad. Además, existen otros factores predisponentes como antecedentes traumáticos en la infancia (violencia física, abuso sexual, etc.), trastornos del estado de ánimo o trastorno de la ansiedad.

Síntomas

Los principales síntomas son el dolor, la fatiga y la alteración del sueño. 

El dolor se presenta como difuso y continuo, y va mejorando a lo largo del transcurso del día, con un nuevo empeoramiento por la noche. Además, los pacientes pueden sentir hormigueos que afectan sobre todo a las manos. La fatiga se presenta como crisis de agotamiento de uno o más días de duración, pudiendo mejorar o no con reposo. Por otra parte, es frecuente que estos pacientes vean afectada su capacidad para conciliar y mantener el sueño, empeorando el dolor los días que duermen mal. 

Además, presentan con mayor frecuencia que las personas sanas, ansiedad y depresión, dolor menstrual, colon irritable, rigidez de alteraciones, sensación de hinchazón en las extremidades, mareos, etc. 

Estar estresado constantemente produce la liberación de una hormona llamada cortisol. Esta sustancia aumenta la percepción del dolor y empeora los síntomas al promover procesos inflamatorios en nuestro cuerpo y suprimir el sistema inmune.

Pero no solo nos inflama el estrés: lo que comemos también puede hacerlo. 

¡Te contamos cómo!

Nuestro tejido graso es capaz de liberar estas sustancias a la sangre. Ante un exceso de grasa corporal, aumenta la secreción de mediadores inflamatorios, incrementando así la sensibilidad al dolor.  Además, las personas con sobrepeso suelen tener menor calidad del sueño y se encuentran más fatigadas durante el día. Por tanto, reducir el peso en pacientes que lo necesiten, es el primer tratamiento que debe realizarse a nivel nutricional en pacientes con fibromialgia.

Por otra parte, existen alimentos que también son capaces de generar reacciones inflamatorias en nuestro cuerpo cuando los ingerimos: los que contienen gluten, los ultraprocesados y los que incluyen azúcar en su composición. Se recomienda no incluirlos en la dieta para evitar que los síntomas se vean agravados.

Tomar el sol o suplementarse con vitamina D es fundamental. Niveles adecuados de esta vitamina, mejoran la calidad del sueño, regulan el sistema inmune y pueden ayudarte a reducir el dolor. Los ácidos grasos omega 3 presentes en los pescados grasos y los frutos secos ayudan a resolver los procesos inflamatorios. Por tanto, consumir estos alimentos para mantener adecuados los niveles de estos ácidos grasos puede ayudar a mejorar nuestors síntomas.

Pero como siempre, el abordaje de las enfermedades siempre debe ser integral, ¡no podemos olvidarnos de la importancia de realizar actividad física! Ejercicios de fuerza, flexibilidad y aeróbicos; mejoran la sintomatología de la fibromialgia, además de aportarnos otros beneficios. No obstante, es fundamental que los supervise un profesional para evitar el efecto contrario, como un entrenador personal en Valencia que te pueda guiar.