¡Qué importante es mantener un peso adecuado!
Llevar a cabo una dieta adecuada durante el embarazo es aún más de vital importancia ya que no solo afecta a la madre, sino también al bebé. Estudios demuestran que la alimentación de la gestante influye en el tamaño del recién nacido y repercute en la salud que tendrá en la edad adulta.
Una de las principales pautas que se recomienda es mantener un peso adecuado. Tanto el exceso de peso como la falta del mismo, pueden tener consecuencias negativas. De hecho, se ha visto que esto tiene repercusiones en el peso del bebé al nacer, en su desarrollo motor y neural, y en el riesgo de sufrir diabetes gestacional y complicaciones en el parto. Además, una dieta poco saludable suele provocar el déficit de algunos nutrientes considerados esenciales, que podrían dar lugar a algunas enfermedades carenciales (raquitismo, anemia, pelagra, etc.). En cuanto a la ganancia de peso, se recomienda un incremento entre 6 y 12 Kg. Las embarazadas con bajo peso deben aumentar más kilogramos para recuperar su estado nutricional, mientras que las que comienzan con exceso de peso deben limitar su aumento (pero nunca debe ser inferior a 6 Kg.).
La microbiota intestinal
¿Has escuchado alguna vez hablar acerca de la microbiota intestinal? ¡Te contamos qué es y por qué es fundamental!
La microbiota es el conjunto de bacterias que tenemos en el organismo. En condiciones normales, estos seres microscópicos ayudan a producir sustancias beneficiosas a partir del metabolismo de algunos nutrientes. Se adquieren en el parto vaginal, a través de la lactancia y durante el embarazo a través de la placenta. Desde ese momento, los microorganismos empiezan a colonizar el intestino del bebé. Cuando esta primera colonización no se realiza adecuadamente, existe un mayor riesgo de padecer en el futuro ciertas enfermedades como la obesidad, las alergias o las enfermedades cardiovasculares.
Cada vez son más los estudios que señalan la importancia de la alimentación como uno de los factores más determinantes para la diversidad microbiano. Estudios demuestran que la fibra, las proteínas vegetales y los ácidos grasos de tipo omega-3 tienen un efecto significativo sobre el microbioma del bebé y contribuyen al desarrollo del niño y a su buen estado de salud durante los primeros meses de vida. Sin embargo, llevar a cabo una dieta rica en grasas no saludables y azúcares, puede hacer que la microbiota cambie y promueva inflamación. Esto tiene repercusiones en el recién nacido:
- Influye en su peso
- Aumenta la probabilidad de que padezca ansiedad, depresión y autismo en la edad adulta
- Aumenta la probabilidad de que sufra enfermedades en el futuro (diabetes, hipertensión, obesidad, etc.)
- Aumenta el riesgo de complicaciones en el parto.
Por todo ello, es esencial que en el embarazo cuidemos aún más nuestra alimentación.
Lo que te recomendamos
No existe una dieta específica para el embarazo, en general, se recomienda una alimentación saludable y suficiente. Si consideras que debes mejorar tu alimentación, te dejamos algunos consejos que te ayudarán a mejorar tu salud y la de el futuro bebé:
- Proteínas: son necesarias para construir y reparar el tejido de la madre y del feto; se encuentran en carnes, huevos, pescados, leche y productos lácteos, legumbres, frutos secos y cereales.
- Hidratos de carbono: constituyen la principal fuente de energía para la madre y para el feto. Están presentes en la pasta, legumbres, patatas, hortalizas y cereales, que conviene que sean integrales para ayudar a combatir el estreñimiento. En cambio, se recomienda limitar la ingesta de azúcares, presentes en las harinas refinadas, el pan blanco, la pastelería, la bollería industrial, el chocolate…
- Ácido fólico: muy importante para el desarrollo del sistema nervioso central del bebé. Lo contienen las verduras de hoja verde, cereales, huevos, naranjas, legumbres y nueces. Las embarazadas deben tomar suplementos diarios de este mineral, al menos, hasta el tercer mes de gestación.
- Vitaminas y fibra: imprescindibles para el correcto desarrollo del feto -sobre todo la B12-, se obtienen comiendo abundantes frutas (4 o 5 porciones diarias y mejor enteras que en zumo), hortalizas y verduras frescas, siempre lavándolas bien.
- Come pescados grasos cocinados y frutos secos. Los pescados grasos contienen ácidos grasos omega-3, muy importantes para el desarrollo del feto.
- Come carne, pescado y huevos. Estos alimentos son saludables y contienen proteínas, necesarias para la formación del feto y la recuperación de la madre después del embarazo. Además, contienen hierro, un mineral necesario para prevenir la anemia.
- Aumenta el consumo de verduras. Las verduras de hoja verde aportan hidratos de carbono, vitaminas y minerales necesarios para llevar a cabo una gestación en condiciones adecuadas.
- Controla los niveles de calcio. Es importante suplir las necesidades recomendadas de este mineral para impedir la desmineralización de nuestros huesos. Durante el embarazo, las necesidades de calcio están aumentadas. Para obtenerlo, consume más espinacas, pescados con espinas, almendras, acelgas, berros,
- Restringe los ultraprocesados. Contienen grasas no saludables y además no son nutritivos.
- Toma el sol o supleméntate con vitamina D
- Haz ejercicio físico supervisado por un profesional
- Supleméntate con ácido fólico. El ácido fólico o vitamina B9 es muy importante para el desarrollo del sistema nervioso central del bebé. Está presente en verduras de hoja verde, huevos, nueces, etc. No obstante, las embarazadas deben ingerir suplementos para asegurar que se alcanzan las recomendaciones.
Durante el embarazo, el sistema inmune de la mujer se modifica y algunos microorganismos pueden llegar al feto atravesando la barrera placentaria. Por otra parte, los alimentos y el agua pueden constituir una fuente de transmisión de estos microorganismos y, por tanto, provocar infecciones alimentarias. Por ello, es muy importante asegurar que los alimentos que ingieres son no están contaminados y están bien cocinados.
No obstante, en cuestión de salud y objetivos, siempre recomendamos que te pongas en manos de un profesional.