Las migrañas son un tipo recurrente de dolor de cabeza de tipo pulsante o vibrante. A menudo, afecta a un solo lado de la cabeza y puede ir acompañado de otros síntomas como náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz y al sonido.
Tienden a aparecer en la niñez o la adolescencia. No obstante, pueden aparecer en la edad adulta o incluso más tarde. Pueden tener un componente hereditario y se presentan con más frecuencia en las mujeres que en los hombres.
Las causas se desconocen, pero existen dive
¿Padeces migrañas? Tu alimentación puede influir en la gravedad de los síntomas.
Nuestro intestino y cerebro están conectados mediante nervios, hormonas, y sustancias generadas por bacterias. Estos microorganismos son muy importantes ya a que son capaces de producir sustancias beneficiosas. Sin embargo, una mala alimentación y hábitos de vida no saludables pueden modificar estas bacterias y, por tanto, los productos que generan. A esto, se le denomina disbiosis.
El intestino está preparado para dejar pasar a la sangre únicamente aquellas sustancias que nuestro cuerpo necesita. Estas son transportadas a través de ella hasta llegar a su destino. Sin embargo, cuando aparece una disbiosis, aumenta la permeabilidad intestinal, permitiendo el paso de sustancias que, en condiciones normales, no lo harían. Al llegar a la sangre, el cuerpo las detecta como extrañas y comienza a liberar moléculas que causan inflamación. La inflamación, es uno de los principales desencadenantes de las crisis de migrañas.
Por ello, llevar a cabo hábitos de vida saludables es muy importante. Mediante la alimentación, podemos disminuir esta inflamación y reducir la frecuencia y gravedad de las crisis de migraña.
¿Qué puede hacernos mejorar?
Consumir frutos secos, pescados grasos, beber mucha agua y realizar actividad física, son algunos consejos básicos que disminuirán el dolor y la frecuencia de las migrañas.
Evita el consumo de gluten, azúcares, alcohol y cafeína, ¡aumentan la inflamación! Además, la evidencia científica sugiere que las personas con migrañas, deben disminuirl la ingesta de productos fermentados (quesos, yogur, cerveza, etc.), productos no frescos, y ahumados. Esta recomendación se basa en el hecho de que estos alimentos contienen grandes cantidades de histamina, un componente que, si se acumula en exceso, empeorará nuestros síntomas.
Si tenemos sobrepeso, habrá que reducir el exceso de grasa corporal, pues ésta también es capaz de liberar sustancias proinflamatorias. Para ello, recomendamos la dieta cetogénica, puesto que ayuda a la pérdida rápida y eficaz de peso, y además produce cuerpos cetónicos, que previenen de las crisis migrañosas.
Por otra parte, mantener niveles adecuados de vitamina D es fundamental para ayudar a revertir la inflamación y a mantener las bacterias beneficiosas del intestino.
Recuerda que cada persona es diferente y, por eso, la alimentación y el ejercicio físico deben personalizarse para asegurar los beneficios. Por eso, siempre recomendamos que, en cuestión de salud y objetivos, te pongas en manos de un profesional. ¡Esperamos que nuestros consejos te hayan servido! y si quieres saber más ponte encontacto con nuestro servicio de nutricionista en Valencia.