¿Tu ropa deportiva está alterando tus hormonas?

Por Rubén Úbeda – Vitaltrain

Cuando hablamos de tóxicos hormonales, pensamos en plásticos, pesticidas o cosméticos… pero rara vez miramos hacia nuestra propia ropa. Sin embargo, recientes investigaciones han revelado un hecho inquietante: tu ropa deportiva —esa que usas para cuidarte— puede estar intoxicando tu cuerpo desde la piel.

¿Qué es el BPA y por qué debería importarte?

El bisfenol A (BPA) es un disruptor endocrino ampliamente estudiado por su capacidad de interferir con nuestro sistema hormonal. Se utiliza en la fabricación de plásticos, resinas epoxi… y también puede estar presente en tejidos sintéticos como el poliéster con elastano, que abunda en sujetadores deportivos, camisetas técnicas y calcetines de muchas marcas reconocidas.

El problema es que el BPA no se queda en la prenda. Se absorbe a través de la piel, especialmente cuando sudamos, generando una exposición crónica invisible que puede impactar nuestro sistema hormonal.

Ropa + sudor + fricción: la vía directa a tu sangre

Estudios del Centro para la Salud Ambiental (CEH) detectaron niveles de BPA hasta 31 veces por encima del límite legal en calcetines y hasta 22 veces más en sujetadores deportivos. Esta exposición, a través de la piel, es más peligrosa de lo que parece: basta con tocar un ticket de compra para que el BPA pase a tu torrente sanguíneo. ¿Qué pasa cuando llevas ropa contaminada durante horas?

👉 Consulta aquí la lista de marcas señaladas

¿Qué le hace el BPA a tu cuerpo?

El BPA imita al estrógeno, confunde a tus receptores hormonales y desencadena respuestas inadecuadas. Entre los efectos conocidos:

  • Desequilibrios hormonales
  • Trastornos menstruales y de fertilidad
  • Mayor riesgo de síndrome de ovario poliquístico (SOP)
  • Insulinorresistencia, obesidad y dislipidemia
  • Acné, inflamación crónica y alteración del sistema inmunológico
  • Mayor riesgo de cánceres hormonodependientes

¿Por qué la ropa deportiva es tan crítica?

Porque reúne todos los factores de absorción:

  • Alta fricción y contacto prolongado
  • Sudoración y calor corporal
  • Zonas sensibles como tórax, axilas e ingles
  • Uso diario y repetido

Además, muchas de estas prendas están fabricadas con mezclas de poliéster y elastano, las cuales han sido identificadas como portadoras de BPA.

¿Y si tengo acné, SOP o alteraciones hormonales?

La literatura científica vincula directamente el BPA con hiperandrogenismo, resistencia a la insulina, inflamación y disfunción ovárica, pilares comunes en estas patologías. Incluso pequeñas dosis de BPA pueden producir efectos significativos cuando se acumulan en el tiempo y especialmente si la exposición comienza en etapas vulnerables como la infancia, adolescencia o embarazo.

¿Qué puedes hacer?

🔁 Revisa tus prendas deportivas. Si contienen poliéster y elastano, especialmente en contacto directo con la piel, sustitúyelas.
🌱 Prefiere tejidos naturales: algodón orgánico, bambú, cáñamo o lana sin tratamientos sintéticos.
🧺 Lava la ropa nueva antes de usarla.
🧘‍♂️ Evita entrenar con prendas sintéticas ajustadas.
♻️ Cambia tus calcetines, sujetadores y camisetas técnicas por versiones libres de tóxicos.

La ropa también puede ser medicina… o veneno

En salud integrativa no solo importa lo que comes o piensas. También lo que te pones.

Como terapeuta integrativo, sé que muchos desequilibrios hormonales no mejoran mientras seguimos expuestos a disruptores como el BPA. Y la ropa, por paradójico que suene, puede estar minando tus esfuerzos de autocuidado.

¿Quieres dar un paso más?

🎁 He preparado una guía gratuita con claves para reducir tu exposición a tóxicos hormonales:
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Ahí encontrarás consejos, listas de sustitución y estrategias prácticas para que tu entorno sea un aliado —y no un obstáculo— para tu salud.

Enlaces y fuentes científicas recomendadas:

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